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Josué 22:14-27 Nueva Traducción Viviente (NTV)

14. La delegación estaba formada por diez líderes de Israel, cada uno pertenecía a una de las diez tribus y era cabeza de su familia dentro de los clanes de Israel.

15. Cuando llegaron a la tierra de Galaad, les dijeron a la tribu de Rubén, a la tribu de Gad y a la media tribu de Manasés:

16. —Toda la comunidad del Señor exige saber por qué están traicionando al Dios de Israel. ¿Cómo pudieron apartarse del Señor y construirse un altar en rebeldía contra él?

17. ¿Acaso no fue suficiente el pecado que cometimos en Peor? Hasta el día de hoy, no estamos completamente limpios de ese pecado, incluso después de la plaga que azotó a toda la comunidad del Señor.

18. Y ahora ustedes le dan la espalda al Señor. Si hoy ustedes se rebelan contra el Señor, mañana él se enojará con todos nosotros.

19. »Si necesitan el altar porque la tierra de ustedes es impura, entonces únanse a nosotros en la tierra del Señor, donde se encuentra el tabernáculo del Señor, y compartan nuestra tierra. Pero no se rebelen contra el Señor ni contra nosotros al construir un altar diferente del altar único y verdadero del Señor nuestro Dios.

20. ¿Acaso no cayó el enojo divino sobre toda la comunidad de Israel cuando Acán, un miembro del clan de Zera, pecó al robar las cosas que estaban apartadas para el Señor? Él no fue el único que murió a causa de su pecado.

21. Entonces la gente de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés les respondieron a esos líderes, cabezas de los clanes de Israel:

22. —¡El Señor, el Poderoso, es Dios! ¡El Señor, el Poderoso, es Dios! Él conoce la verdad, ¡y que Israel también la sepa! Nosotros no construimos el altar por traición o en rebeldía contra el Señor. Si fuera así, no nos perdonen la vida ni un día más.

23. Si en verdad construimos un altar para nosotros, para apartarnos del Señor o para presentar ofrendas quemadas, ofrendas de grano u ofrendas de paz, que el Señor mismo nos castigue.

24. »La verdad es que construimos este altar porque tenemos miedo de que, en el futuro, sus descendientes les digan a los nuestros: “¿Qué derecho tienen ustedes de adorar al Señor, Dios de Israel?

25. El Señor ha puesto el río Jordán como una barrera entre nuestra gente y ustedes, gente de Rubén y de Gad. Ustedes no tienen derecho de afirmar que pertenecen al Señor”. Así, los descendientes de ustedes podrían impedirles a los nuestros que adoraran al Señor.

26. »Por eso decidimos construir el altar, no para presentar ofrendas quemadas o sacrificios,

27. sino como un monumento conmemorativo. Les recordará a nuestros descendientes y a los de ustedes que nosotros también tenemos el derecho de adorar al Señor en su santuario con nuestros sacrificios, nuestras ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Entonces sus descendientes no podrán decirles a los nuestros: “Ustedes no tienen derecho de afirmar que pertenecen al Señor”.

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