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Jeremías 25:23-37 Nueva Traducción Viviente (NTV)

23. Se la di a Dedán, a Tema, a Buz y a la gente que vive en lugares remotos.

24. Se la di a los reyes de Arabia, a los reyes de las tribus nómadas del desierto

25. y a los reyes de Zimri, Elam y Media.

26. Se la di a los reyes de los países del norte, lejanos y cercanos, uno tras otro, es decir a todos los reinos del mundo. Finalmente, el mismo rey de Babilonia bebió de la copa del enojo del Señor.

27. Entonces el Señor me dijo: «Ahora diles: “Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, Dios de Israel: ‘Beban de la copa de mi enojo. Emborráchense y vomiten; caigan para nunca más levantarse, porque envío guerras terribles contra ustedes’”.

28. Ahora bien, si se niegan a aceptar la copa, diles: “El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ‘No les queda más que beberla.

29. He comenzado a castigar a Jerusalén, la ciudad que lleva mi nombre. ¿Acaso los dejaría a ustedes sin castigo? No, no escaparán del desastre. Enviaré guerra contra todas las naciones de la tierra. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!’”.

30. »Ahora, profetiza todas estas cosas y diles:»“El Señor rugirá contra su propia tierradesde su santa morada en el cielo.Él gritará como los que pisan las uvas;gritará contra todos los habitantes de la tierra.

31. Su grito de juicio llegará hasta los confines de la tierra,porque el Señor presentará su caso contra todas las naciones.Él juzgará a todos los habitantes de la tierra,y matará con la espada a los perversos.¡Yo, el Señor, he hablado!”».

32. Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:«¡Miren! ¡Nación tras nación sufrirá calamidades!¡Se está levantando un gran torbellino de furiadesde los rincones más distantes de la tierra!».

33. En aquel día, los que el Señor haya masacrado llenarán la tierra de un extremo a otro. Nadie llorará por ellos ni juntará sus cuerpos para enterrarlos. Estarán esparcidos sobre el suelo como estiércol.

34. ¡Lloren y giman, pastores malvados!¡Revuélquense en el polvo, líderes del rebaño!Ha llegado el momento de su matanza;ustedes caerán y se harán añicos como vaso frágil.

35. No encontrarán lugar donde esconderse;no habrá forma de escapar.

36. Escuchen los gritos desesperados de los pastores.Los líderes del rebaño gimen en su desesperaciónporque el Señor está arruinando sus pastos.

37. Debido al gran enojo del Señorlos prados tranquilos se convertirán en tierra baldía.

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