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Jeremías 24:1-3 Nueva Traducción Viviente (NTV)

1. Después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, desterró a Babilonia a Joaquín, hijo de Joacim, rey de Judá, junto con las autoridades de Judá y todos los artífices y los artesanos, el Señor me dio la siguiente visión. Vi dos canastas de higos colocadas frente al templo del Señor en Jerusalén.

2. Una canasta estaba llena de higos frescos y maduros, mientras que la otra tenía higos malos, tan podridos que no podían comerse.

3. Entonces el Señor me preguntó:—¿Qué ves, Jeremías?—Higos —contesté—, algunos muy buenos y otros muy malos, tan podridos que no pueden comerse.

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