20. Imagínense: el Señor está dispuesto a sanarme.Cantaré sus alabanzas con instrumentostodos los días de mi vidaen el templo del Señor.
21. Isaías les había dicho a los siervos de Ezequías: «Preparen un ungüento de higos y úntenlo sobre la llaga, y Ezequías se recuperará».
22. Y Ezequías había preguntado: «¿Qué señal probará que iré al templo del Señor?».