8. En lugar de proteger mis ritos sagrados, contrataste a extranjeros para que se encargaran de mi santuario.
9. »”Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: ningún extranjero, ni siquiera los que vivan entre los israelitas, entrará en mi santuario si no se ha circuncidado y entregado al Señor.
10. Además, los hombres de la tribu de Leví que me abandonaron cuando Israel se alejó de mí para rendir culto a ídolos tendrán que sufrir las consecuencias de su infidelidad.