Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Ezequiel 3:8-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)

8. Sin embargo, mira, te he hecho tan obstinado y duro de corazón como ellos.

9. ¡Endurecí tu frente tanto como la roca más dura! Por lo tanto, no les tengas miedo ni te asustes con sus miradas furiosas, por muy rebeldes que sean».

10. Luego agregó: «Hijo de hombre, que todas mis palabras penetren primero en lo profundo de tu corazón. Escúchalas atentamente para tu propio bien.

11. Después ve a tus compatriotas desterrados y diles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Hazlo, te escuchen o no».

12. Luego el Espíritu me levantó y oí detrás de mí un fuerte ruido que retumbaba. (¡Alabada sea la gloria del Señor en su lugar!).

13. Era el sonido de las alas de los seres vivientes al rozarse unas con otras y el retumbar de las ruedas debajo de ellos.

Leer capítulo completo Ezequiel 3