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Éxodo 9:32-35 Nueva Traducción Viviente (NTV)

32. Pero ni el trigo ni la espelta sufrieron daño, porque todavía no habían brotado del suelo).

33. Entonces Moisés se fue del palacio del faraón y salió de la ciudad. Cuando elevó sus manos al Señor, los truenos y el granizo cesaron, y se detuvo la lluvia.

34. Al ver el faraón que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, él y sus funcionarios pecaron de nuevo, y el faraón se puso terco una vez más.

35. Como tenía el corazón endurecido, el faraón se negó a dejar salir al pueblo, tal como el Señor había dicho por medio de Moisés.

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