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Éxodo 10:7-15 Nueva Traducción Viviente (NTV)

7. Esta vez los funcionarios del faraón se le acercaron y le suplicaron: «¿Hasta cuándo permitirás que este hombre nos tenga como rehenes? ¡Deja que los hombres se vayan a adorar al Señor su Dios! ¿Acaso no te das cuenta de que Egipto está en ruinas?».

8. Entonces hicieron volver a Moisés y a Aarón ante el faraón.—Está bien —les dijo—, vayan a adorar al Señor su Dios. Pero ¿exactamente quiénes irán con ustedes?

9. —Iremos todos —contestó Moisés—: jóvenes y mayores, nuestros hijos y nuestras hijas, y nuestros rebaños y nuestras manadas. Debemos unirnos todos para celebrar un festival al Señor.

10. El faraón replicó:—¡Verdaderamente necesitarán que el Señor esté con ustedes si dejo que se lleven a sus hijos pequeños! Me doy cuenta de que tienen malas intenciones.

11. ¡Jamás! Solo los hombres pueden ir a adorar al Señor, ya que eso es lo que pidieron.Entonces el faraón los echó del palacio.

12. Así que el Señor le dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para que vengan las langostas. Que cubran la tierra y devoren todas las plantas que sobrevivieron la granizada».

13. Moisés extendió su vara sobre Egipto, y el Señor hizo que un viento del oriente soplara sobre el territorio todo ese día y también durante toda la noche. A la mañana siguiente, el viento del oriente había traído las langostas.

14. Estas invadieron toda la tierra de Egipto en densos enjambres, y se asentaron desde un extremo del territorio hasta el otro. Fue la peor plaga de langostas en la historia de Egipto, y jamás hubo otra igual;

15. pues las langostas cubrieron todo el reino y oscurecieron la tierra. Devoraron todas las plantas del campo y todos los frutos de los árboles que sobrevivieron al granizo. No quedó ni una sola hoja en los árboles ni en las plantas en toda la tierra de Egipto.

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