10. También enviaron saludos de parte del resto del pueblo que el gran y noble Asurbanipal había deportado y reubicado en Samaria y en todas las tierras vecinas de la provincia situada al occidente del río Éufrates.
11. La siguiente es una copia de la carta:«Al rey Artajerjes, de parte de sus leales súbditos de la provincia situada al occidente del río Éufrates:
12. »El rey debería saber que los judíos que llegaron a Jerusalén de Babilonia están reconstruyendo esa ciudad rebelde y malvada. Ya han echado los cimientos y pronto terminarán sus murallas.
13. El rey también debería saber que, si esa ciudad se reconstruye y se completan sus murallas, su reino se verá perjudicado, porque los judíos se negarán a pagar los tributos, los derechos aduaneros y los peajes correspondientes.
14. »Ya que nosotros somos leales súbditos de usted y no queremos que se deshonre al rey de esa manera, hemos enviado esta información a su majestad.
15. Sugerimos que se investigue en los registros de sus antepasados, en los que descubrirá lo rebelde que fue esa ciudad en la antigüedad. De hecho, fue destruida a causa de su larga y conflictiva historia de rebelión contra los reyes y las naciones que la controlaban.
16. Advertimos al rey que, si esa ciudad se reconstruye y sus murallas se completan, su majestad perderá la provincia situada al occidente del río Éufrates».
17. Entonces el rey Artajerjes envió la siguiente respuesta:«Al gobernador Rehum, a Simsai, secretario de la corte, y a sus colegas de Samaria y de toda la provincia situada al occidente del río Éufrates: saludos.
18. »La carta que me enviaron fue traducida y leída en mi presencia.
19. Ordené que se investigara en los registros y, efectivamente, comprobé que Jerusalén ha sido un semillero de insurrección contra muchos reyes. De hecho, ¡la rebelión y las revueltas son normales allí!
20. Reyes poderosos han gobernado Jerusalén y toda la provincia al occidente del río Éufrates, y han recibido tributos, derechos aduaneros y peajes.
21. Por lo tanto, emitan órdenes para que esos hombres dejen de trabajar. Queda prohibido reconstruir esa ciudad, a menos que yo lo ordene expresamente.