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Deuteronomio 4:10-24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

10. Jamás te olvides del día que estuviste ante el Señor tu Dios en el monte Sinaí, donde él me dijo: “Convoca al pueblo para que se presente ante mí, y yo mismo lo instruiré. Entonces ellos aprenderán a temerme toda su vida y les enseñarán a sus hijos que también me teman”.

11. »Ustedes se acercaron y se pararon al pie del monte mientras las llamas de fuego se elevaban hacia el cielo. El monte estaba envuelto en nubes negras y en una densa oscuridad.

12. Entonces el Señor les habló desde en medio del fuego. Ustedes oyeron el sonido de sus palabras pero no vieron ninguna figura; solo había una voz.

13. Él proclamó su pacto, los diez mandamientos, los cuales escribió en dos tablas de piedra y les ordenó que los cumplieran.

14. Fue en esa ocasión que el Señor me ordenó que les enseñara sus decretos y ordenanzas, para que ustedes los obedecieran en la tierra donde están a punto de entrar y que van a poseer.

15. »¡Pero tengan mucho cuidado! Ustedes no vieron una figura del Señor el día que les habló desde en medio del fuego, en el monte Sinaí.

16. Así que no se corrompan haciendo ídolos de ninguna clase, sea con figura de hombre o de mujer,

17. de animales de la tierra o de aves del cielo,

18. de animales pequeños que corren por el suelo o de peces de las profundidades del mar.

19. Además, cuando miren hacia los cielos y vean el sol, la luna y las estrellas —todas las fuerzas del cielo—, no caigan en la tentación de rendirles culto. El Señor su Dios se los dio a todos los pueblos de la tierra.

20. Recuerden que el Señor su Dios los rescató de ese horno de fundir hierro que es Egipto, para convertirlos en su propio pueblo y en su posesión más preciada, y eso es lo que ahora son.

21. »Sin embargo, el Señor se enojó conmigo por culpa de ustedes. Juró que yo no cruzaría el río Jordán para entrar en la buena tierra que el Señor su Dios les da como su preciada posesión.

22. Ustedes cruzarán el Jordán para apoderarse de la tierra, pero yo no. En cambio, moriré aquí, al oriente del río.

23. Así que asegúrense de no romper el pacto que el Señor su Dios hizo con ustedes. No se hagan ídolos de ninguna imagen ni de ninguna forma, porque el Señor su Dios lo ha prohibido.

24. El Señor su Dios es un fuego devorador; él es Dios celoso.

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