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Daniel 3:7-12 Nueva Traducción Viviente (NTV)

7. Así que al sonido de los instrumentos musicales, toda la gente, de cualquier raza, nación o lengua, se inclinó rostro en tierra y rindió culto a la estatua de oro que había levantado el rey Nabucodonosor.

8. Sin embargo, algunos de los astrólogos se presentaron ante el rey y denunciaron a los judíos.

9. Dijeron al rey Nabucodonosor: «¡Que viva el rey!

10. Usted emitió un decreto que exige a todo el pueblo inclinarse y rendir culto a la estatua de oro al oír tocar la trompeta, la flauta, la cítara, la lira, el arpa, la zampoña y otros instrumentos musicales.

11. Ese decreto también establece que quienes se rehúsen a obedecer serán arrojados dentro de un horno ardiente.

12. Pues hay algunos judíos —Sadrac, Mesac y Abed-nego— a los que usted puso a cargo de la provincia de Babilonia que no le prestan atención, su Majestad. Se niegan a servir a los dioses de su Majestad y no rinden culto a la estatua de oro que usted ha levantado».

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