3. De modo que todas estas autoridades vinieron y se pusieron de pie ante la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.
4. Entonces un vocero proclamó: «¡Gente de todas las razas, naciones y lenguas escuchen el mandato del rey!
5. Cuando oigan tocar la trompeta, la flauta, la cítara, la lira, el arpa, la zampoña y otros instrumentos musicales, inclínense rostro en tierra y rindan culto a la estatua de oro del rey Nabucodonosor.
6. ¡Cualquiera que se rehúse a obedecer, será arrojado inmediatamente a un horno ardiente!».
7. Así que al sonido de los instrumentos musicales, toda la gente, de cualquier raza, nación o lengua, se inclinó rostro en tierra y rindió culto a la estatua de oro que había levantado el rey Nabucodonosor.
8. Sin embargo, algunos de los astrólogos se presentaron ante el rey y denunciaron a los judíos.
9. Dijeron al rey Nabucodonosor: «¡Que viva el rey!