12. Entonces Amasías envió órdenes a Amós:—¡Vete de aquí, profeta! ¡Regresa a la tierra de Judá y gánate la vida profetizando allí!
13. No nos molestes con tus profecías aquí en Betel. ¡Este es el santuario del rey y el lugar nacional de culto!
14. Pero Amós contestó:—No soy profeta profesional ni fui entrenado para serlo. No soy más que un pastor de ovejas y cultivador de las higueras sicómoros.
15. Sin embargo, el Señor me llamó y me apartó de mi rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo en Israel”.