2. Así que todos los hombres de Israel abandonaron a David y siguieron a Seba, hijo de Bicri. Pero los hombres de Judá se quedaron con su rey y lo escoltaron desde el río Jordán hasta Jerusalén.
3. Cuando David llegó a su palacio en Jerusalén, tomó a las diez concubinas que había dejado para que cuidaran el palacio y las puso en reclusión. Les proveyó para sus necesidades, pero no volvió a acostarse con ninguna. De modo que cada una de ellas vivió como una viuda hasta que murió.
4. Luego David le dijo a Amasa: «Moviliza al ejército de Judá dentro de tres días y enseguida preséntate aquí».
5. Así que Amasa salió a notificar a la tribu de Judá, pero le llevó más tiempo del que le fue dado.
6. Por eso David le dijo a Abisai: «Seba, hijo de Bicri, nos va a causar más daño que Absalón. Rápido, toma a mis tropas y persíguelo antes de que llegue a alguna ciudad fortificada donde no podamos alcanzarlo».
7. Entonces Abisai y Joab, junto con la escolta del rey y todos sus poderosos guerreros salieron de Jerusalén para perseguir a Seba.