16. Pero una mujer sabia de la ciudad llamó a Joab y le dijo:—Escúcheme, Joab. Venga aquí para que pueda hablar con usted.
17. Cuando Joab se acercó, la mujer le preguntó:—¿Es usted Joab?—Sí, soy yo —le respondió.Entonces ella dijo:—Escuche atentamente a su sierva.—Estoy atento —le dijo.
18. Así que ella continuó:—Había un dicho que decía: “Si quieres resolver una disputa, pide consejo en la ciudad de Abel”.
19. Soy alguien que ama la paz y que es fiel en Israel, pero usted está por destruir una ciudad importante de Israel. ¿Por qué quiere devorar lo que le pertenece al Señor?
20. Joab contestó:—¡Créame, no quiero devorar ni destruir su ciudad!
21. Ese no es mi propósito. Lo único que quiero es capturar a un hombre llamado Seba, hijo de Bicri, de la zona montañosa de Efraín, quien se rebeló contra el rey David. Si ustedes me entregan a ese hombre, dejaré a la ciudad en paz.—Muy bien —respondió la mujer—, arrojaremos su cabeza sobre la muralla.