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2 Reyes 4:22-28 Nueva Traducción Viviente (NTV)

22. Después le envió un mensaje a su esposo: «Mándame a uno de los sirvientes y un burro para que pueda ir rápido a ver al hombre de Dios y luego volver enseguida».

23. —¿Por qué ir hoy? —preguntó él—. No es ni festival de luna nueva ni día de descanso.Pero ella dijo:—No importa.

24. Entonces ensilló el burro y le dijo al sirviente: «¡Apúrate! Y no disminuyas el paso a menos que yo te lo diga».

25. Cuando ella se acercaba al hombre de Dios, en el monte Carmelo, Eliseo la vio desde lejos y le dijo a Giezi: «Mira, allí viene la señora de Sunem.

26. Corre a su encuentro y pregúntale: “¿Están todos bien, tú, tu esposo y tu hijo?”».«Sí —contestó ella—, todo está bien».

27. Sin embargo, cuando ella se encontró con el hombre de Dios en la montaña, se postró en el suelo delante de él y se agarró de sus pies. Giezi comenzó a apartarla, pero el hombre de Dios dijo: «Déjala. Está muy angustiada, pero el Señor no me ha dicho qué le pasa».

28. Entonces ella dijo: «¿Acaso yo te pedí un hijo, señor mío? ¿Acaso no te dije: “No me engañes ni me des falsas esperanzas”?».

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