Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 20:31-42 Nueva Traducción Viviente (NTV)

31. Mientras ese hijo de Isaí esté vivo, jamás serás rey. ¡Ahora ve y búscalo para que lo mate!

32. —¿Pero por qué tiene que morir? —le preguntó Jonatán a su padre—. ¿Qué ha hecho?

33. Entonces Saúl le arrojó su lanza a Jonatán con la intención de matarlo. Por fin Jonatán se dio cuenta de que su padre realmente había decidido matar a David.

34. Así que Jonatán dejó la mesa enfurecido y se negó a comer durante ese segundo día del festival, porque estaba destrozado por la vergonzosa conducta de su padre hacia David.

35. A la mañana siguiente, como habían acordado, Jonatán salió al campo acompañado por un muchachito para que le recogiera las flechas.

36. «Comienza a correr —le dijo al niño— para que puedas encontrar las flechas mientras las voy disparando». Entonces el niño corrió y Jonatán disparó una flecha más allá de donde estaba el muchacho.

37. Cuando el niño casi llegaba a donde estaba la flecha, Jonatán gritó: «La flecha está más adelante.

38. Rápido, apresúrate, no te detengas». Así que con prisa el niño recogió las flechas y regresó corriendo a su amo.

39. El muchacho, por supuesto, no sospechaba nada; solo Jonatán y David entendieron la señal.

40. Después Jonatán le dio su arco y sus flechas al niño y le dijo que los regresara a la ciudad.

41. En cuanto se fue el niño, David salió de su escondite cerca del montón de piedras y se inclinó ante Jonatán tres veces, rostro en tierra. Mientras se abrazaban y se despedían, los dos lloraban, especialmente David.

42. Finalmente, Jonatán le dijo a David: «Ve en paz, porque nos hemos jurado lealtad el uno al otro en el nombre del Señor. Él es testigo del vínculo que hay entre nosotros y nuestros hijos para siempre». Después David se fue, y Jonatán regresó a la ciudad.

Leer capítulo completo 1 Samuel 20