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1 Reyes 20:35-40 Nueva Traducción Viviente (NTV)

35. Mientras tanto, el Señor le ordenó a un miembro del grupo de profetas que le dijera a otro: «¡Golpéame!»; pero el hombre se negó a golpearlo.

36. Entonces el profeta le dijo: «Como no obedeciste la voz del Señor, un león te matará apenas te separes de mí». Cuando el hombre se fue, sucedió que un león lo atacó y lo mató.

37. Luego el profeta se dirigió a otro hombre y le dijo: «¡Golpéame!». Así que el hombre lo golpeó y lo hirió.

38. El profeta se puso una venda en los ojos para que no lo reconocieran y se quedó junto al camino, esperando al rey.

39. Cuando el rey pasó, el profeta lo llamó:—Señor, yo estaba en lo más reñido de la batalla, cuando de pronto un hombre me trajo un prisionero y me dijo: “Vigila a este hombre; si por alguna razón se te escapa, ¡pagarás con tu vida o con una multa de treinta y cuatro kilos de plata!”;

40. pero mientras yo estaba ocupado en otras cosas, ¡el prisionero desapareció!—Bueno, fue tu culpa —respondió el rey—. Tú mismo has firmado tu propia sentencia.

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