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Mateo 18:16-33 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

16. Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos.

17. Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el Gentil (el pagano) y el recaudador de impuestos.

18. En verdad les digo, que todo lo que ustedes aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo.

19. "Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos.

20. Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos."

21. Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?"

22. Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

23. "Por eso, el reino de los cielos puede compararse a cierto rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.

24. Al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10,000 talentos (216 toneladas de plata).

25. Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda.

26. Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: 'Tenga paciencia conmigo y todo se lo pagaré.'

27. Y el señor de aquel siervo tuvo compasión, lo soltó y le perdonó la deuda.

28. Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía 100 denarios (salario de 100 días), y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: 'Paga lo que debes.'

29. Entonces su consiervo, cayendo a sus pies, le suplicaba: 'Ten paciencia conmigo y te pagaré.'

30. Sin embargo, él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

31. Así que cuando sus consiervos vieron lo que había pasado, se entristecieron mucho, y fueron y contaron a su señor todo lo que había sucedido.

32. Entonces, llamando al siervo, su señor le dijo: 'Siervo malvado, te perdoné toda aquella deuda porque me suplicaste.

33. '¿No deberías tú también haberte compadecido de tu consiervo, así como yo me compadecí de ti?'

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