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Mateo 15:24-33 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

24. Y Jesús respondió: "No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."

25. Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: "¡Señor, ayúdame!"

26. Y El le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos."

27. Ella respondió: "Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos."

28. Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.

29. Pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí.

30. Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a Sus pies y El los sanó;

31. de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel.

32. Entonces Jesús, llamando junto a El a Sus discípulos, les dijo: "Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están aquí y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino."

33. Y los discípulos Le dijeron: "¿Dónde podríamos conseguir en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande?"

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