Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Mateo 10:10-25 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

10. ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su sostén.

11. En cualquier ciudad o aldea donde entren, averigüen quién es digno en ella, y quédense allí hasta que se marchen.

12. Al entrar en la casa, denle su saludo de paz .

13. Y si la casa es digna, que su saludo de paz venga sobre ella; pero si no es digna, que su saludo de paz se vuelva a ustedes.

14. Cualquiera que no los reciba ni oiga sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies.

15. En verdad les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad.

16. "Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.

17. Pero cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales (sanedrines) y los azotarán en sus sinagogas;

18. y hasta serán llevados delante de gobernadores y reyes por Mi causa, como un testimonio a ellos y a los Gentiles.

19. Pero cuando los entreguen, no se preocupen de cómo o qué hablarán; porque a esa hora se les dará lo que habrán de hablar.

20. Porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu de su Padre que habla en ustedes.

21. "El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte.

22. Y serán odiados de todos por causa de Mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo.

23. Pero cuando los persigan en esta ciudad, huyan a la otra; porque en verdad les digo, que no terminarán de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.

24. "Un discípulo no está por encima del maestro, ni un siervo por encima de su señor.

25. Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!

Leer capítulo completo Mateo 10