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Lucas 7:29-40 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

29. Al oír esto, todo el pueblo y los recaudadores de impuestos reconocieron la justicia de Dios, y fueron bautizados con el bautismo de Juan.

30. Pero los Fariseos y los intérpretes de la ley (expertos en la Ley de Moisés) rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.

31. "¿A qué, entonces, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?

32. Son semejantes a los muchachos que se sientan en la plaza y se llaman unos a otros, y dicen: 'Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos endechas, y no lloraron.'

33. Porque ha venido Juan el Bautista, que no come pan, ni bebe vino, y ustedes dicen: 'Tiene un demonio.'

34. Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: 'Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.'

35. Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos."

36. Uno de los Fariseos pidió a Jesús que comiera con él; y entrando El en la casa del Fariseo, se sentó a la mesa.

37. Había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;

38. y poniéndose detrás de El a Sus pies, llorando, comenzó a regar Sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba Sus pies y los ungía con el perfume.

39. Pero al ver esto el Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: "Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora."

40. Y Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte.""Di, Maestro," le contestó.

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