Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 9:7-18 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

7. Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos (mudos), oyendo la voz, pero sin ver a nadie.

8. Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.

9. Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

10. Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: "Ananías." "Aquí estoy, Señor," contestó él.

11. El Señor le dijo: " Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando,

12. y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista."

13. Pero Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén,

14. y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu nombre."

15. Pero el Señor le dijo: "Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas;

16. porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre."

17. Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo."

18. Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.

Leer capítulo completo Hechos 9