Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:11-19 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

11. "Pero como yo no veía por causa del resplandor (de la gloria) de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco.

12. "Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la Ley, y de quien daban buen testimonio todos los Judíos que vivían allí,

13. vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: 'Hermano Saulo, recibe la vista.' En ese mismo instante alcé los ojos y lo miré.

14. "Y él dijo: 'El Dios de nuestros padres (antepasados) te ha designado para que conozcas Su voluntad, y para que veas al Justo y oigas palabra de Su boca.

15. Porque tú serás testigo Suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído.

16. Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando Su nombre.'

17. "Cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis,

18. y vi al Señor que me decía: 'Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.'

19. "Entonces yo dije: 'Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba y azotaba a los que creían en Ti.

Leer capítulo completo Hechos 22