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Hechos 16:23-35 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

23. Después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad;

24. el cual, habiendo recibido esa orden, los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo.

25. Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban.

26. De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron.

27. Al despertar el carcelero y ver abiertas todas las puertas de la cárcel, sacó su espada y se iba a matar, creyendo que los prisioneros se habían escapado.

28. Pero Pablo clamó a gran voz, diciendo: "No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí."

29. Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas,

30. y después de sacarlos, dijo: "Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?"

31. Ellos respondieron: "Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa."

32. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

33. El carcelero los tomó en aquella misma hora de la noche y les lavó las heridas, y enseguida fue bautizado con todos los suyos.

34. Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos.

35. Cuando se hizo de día, los magistrados superiores enviaron a sus oficiales, diciendo: "Suelta a esos hombres."

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