Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hebreos 12:14-25 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

14. Busquen (Sigan) la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

15. Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados.

16. Que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Esaú, que vendió su primogenitura por una comida.

17. Porque saben que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas.

18. Porque ustedes no se han acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino,

19. ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más.

20. Porque ellos no podían soportar el mandato: "Si aun una bestia toca el monte, sera apedreada."

21. Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: "Estoy aterrado y temblando."

22. Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles,

23. a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos,

24. y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.

25. Tengan cuidado de no rechazar a Aquél que habla. Porque si aquéllos no escaparon cuando rechazaron al que les amonestó sobre la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos de Aquél que nos amonesta desde el cielo.

Leer capítulo completo Hebreos 12