21. y puesto que tenemos un gran Sacerdote sobre la casa de Dios,
22. acerquémonos con corazón sincero (verdadero), en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
23. Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es Aquél que prometió.
24. Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras,