1. Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres,
2. por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad.
3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad.