23. Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
24. Fiel es Aquél que los llama, el cual también lo hará.
25. Hermanos, oren por nosotros.
26. Saluden a todos los hermanos con beso santo.
27. Les encargo solemnemente por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos.
28. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.