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1 Corintios 14:22-36 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

22. Así que las lenguas son una señal, no para los que creen, sino para los incrédulos; pero la profecía es una señal, no para los incrédulos, sino para los creyentes.

23. Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o que son incrédulos, ¿no dirán que ustedes están locos?

24. Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido, por todos será juzgado.

25. Los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre ustedes.

26. ¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación.

27. Si alguien habla en lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete.

28. Pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la iglesia y que hable para sí y para Dios.

29. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen.

30. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, que calle el primero.

31. Porque todos pueden profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados.

32. Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas.

33. Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos.

34. Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la Ley.

35. Y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa, porque no es correcto que la mujer hable en la iglesia.

36. ¿Acaso la palabra de Dios salió de ustedes, o sólo a ustedes ha llegado?

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