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Salmos 68:9-16 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

9. Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios, Tú fortaleciste Tu heredad cuando estaba extenuada.

10. Los de Tu pueblo se establecieron en ella; En Tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre.

11. El Señor da la palabra; Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud:

12. "Los reyes de los ejércitos huyen; sí huyen, Y la que se queda en casa repartirá el botín."

13. Cuando ustedes se acuestan en los rediles, Son como alas de paloma cubiertas de plata, Y sus plumas de oro resplandeciente.

14. Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes, Nevaba en el Monte Salmón.

15. Monte de Dios es el Monte de Basán; Monte de muchos picos es el Monte de Basán.

16. ¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos, Al monte que Dios ha deseado para morada Suya? Ciertamente el Señor habitará allí para siempre.

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