Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 27:8-13 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

8. Cuando dijiste: "Busquen Mi rostro," mi corazón Te respondió: "Tu rostro, Señor, buscaré."

9. No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.

10. Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El Señor me recogerá.

11. Señor, enséñame Tu camino, Y guíame por senda llana Por causa de mis enemigos.

12. No me entregues a la voluntad de mis adversarios; Porque testigos falsos se han levantado contra mí, Y los que respiran violencia.

13. Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor En la tierra de los vivientes.

Leer capítulo completo Salmos 27