Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 17:3-14 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

3. Tú has probado mi corazón, Me has visitado de noche; Me has puesto a prueba y nada hallaste. He resuelto que mi boca no peque.

4. En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de Tus labios Yo me he guardado de los caminos de los violentos.

5. Mis pasos se han mantenido firmes en Tus sendas. No han resbalado mis pies.

6. Yo Te he invocado, oh Dios, porque Tú me responderás; Inclina a mí Tu oído, escucha mi palabra.

7. Muestra maravillosamente Tu misericordia, Oh, Salvador de los que se refugian a Tu diestra Huyendo de los que se levantan contra ellos.

8. Guárdame como a la niña de Tus ojos; Escóndeme a la sombra de Tus alas

9. De los impíos que me despojan, De mis enemigos mortales que me rodean.

10. Han cerrado su insensible corazón ; Hablan arrogantemente con su boca.

11. Ahora han cercado nuestros pasos; Fijan sus ojos para echarnos por tierra,

12. Como león que ansía despedazar, Como leoncillo que acecha en los escondites.

13. Levántate, Señor, sal a su encuentro, derríbalo; Con Tu espada libra mi alma del impío.

14. Líbrame de los hombres, con Tu mano, oh Señor, De los hombres del mundo, cuya herencia está en esta vida, Y cuyo vientre llenas de Tu tesoro. Se llenan de hijos, Y dejan lo que les abunda a sus pequeños.

Leer capítulo completo Salmos 17