1. Protégeme, oh Dios, pues en Ti me refugio.
2. Yo dije al Señor: "Tú eres mi Señor; Ningún bien tengo fuera de Ti."
3. En cuanto a los santos que están en la tierra, Ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.
4. Se multiplicarán las aflicciones de aquéllos que han corrido tras otro dios ; No derramaré yo sus libaciones de sangre, Ni sus nombres pronunciarán mis labios.
5. El Señor es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte.
6. Las cuerdas me cayeron en lugares agradables; En verdad es hermosa la herencia que me ha tocado.
7. Bendeciré al Señor que me aconseja; En verdad, en las noches mi corazón me instruye.
8. Al Señor he puesto continuamente delante de mí; Porque está a mi diestra, permaneceré firme.
9. Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura,
10. Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción.