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Salmos 119:21-40 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

21. Tú reprendes a los soberbios, los malditos, Que se desvían de Tus mandamientos.

22. Quita de mí el oprobio y el desprecio, Porque yo guardo Tus testimonios.

23. Aunque los príncipes se sienten y hablen contra mí, Tu siervo medita en Tus estatutos.

24. También Tus testimonios son mi deleite; Ellos son mis consejeros.

25. Postrada está mi alma en el polvo; Vivifícame conforme a Tu palabra.

26. De mis caminos Te conté, y Tú me has respondido; Enséñame Tus estatutos.

27. Hazme entender el camino de Tus preceptos, Y meditaré en Tus maravillas.

28. De tristeza llora mi alma; Fortaléceme conforme a Tu palabra.

29. Quita de mí el camino de la mentira, Y en Tu bondad concédeme Tu ley.

30. He escogido el camino de la verdad; He puesto Tus ordenanzas delante de mí.

31. Me apego a Tus testimonios; Señor, no me avergüences.

32. Por el camino de Tus mandamientos correré, Porque Tú ensancharás mi corazón.

33. Enséñame, oh Señor, el camino de Tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin.

34. Dame entendimiento para que guarde Tu ley Y la cumpla de todo corazón.

35. Hazme andar por la senda de Tus mandamientos, Porque en ella me deleito.

36. Inclina mi corazón a Tus testimonios Y no a la ganancia deshonesta.

37. Aparta mis ojos de mirar la vanidad, Y vivifícame en Tus caminos.

38. Confirma a Tu siervo Tu palabra, Que inspira reverencia por Ti.

39. Quita de mí el oprobio que me causa temor, Porque Tus juicios son buenos.

40. Yo anhelo Tus preceptos; Vivifícame por Tu justicia.

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