Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Salmos 119:131-144 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

131. Abrí mi boca y suspiré, Porque anhelaba Tus mandamientos.

132. Vuélvete a mí y tenme piedad, Como acostumbras con los que aman Tu nombre.

133. Afirma mis pasos en Tu palabra, Y que ninguna iniquidad me domine.

134. Rescátame de la opresión del hombre, Para que yo guarde Tus preceptos.

135. Haz resplandecer Tu rostro sobre tu siervo, Y enséñame Tus estatutos.

136. Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley.

137. Justo eres Tú, Señor, Y rectos Tus juicios.

138. Has ordenado Tus testimonios con justicia, Y con suma fidelidad.

139. Mi celo me ha consumido, Porque mis adversarios han olvidado Tus palabras.

140. Es muy pura Tu palabra, Y Tu siervo la ama.

141. Pequeño soy, y despreciado, Pero no me olvido de Tus preceptos.

142. Tu justicia es justicia eterna, Y Tu ley verdad.

143. Angustia y aflicción han venido sobre mí, Pero Tus mandamientos son mi deleite.

144. Tus testimonios son justos para siempre; Dame entendimiento para que yo viva.

Leer capítulo completo Salmos 119