1. ¿No clama la sabiduría, Y levanta su voz la prudencia?
2. En la cima de las alturas, junto al camino, Donde cruzan las sendas, se coloca;
3. Junto a las puertas, a la salida de la ciudad, En el umbral de las puertas, da voces:
4. "Oh hombres, a ustedes clamo, Para los hijos de los hombres es mi voz.
5. Oh simples, aprendan prudencia; Y ustedes, necios, aprendan sabiduría.
6. Escuchen, porque hablaré cosas excelentes, Y con el abrir de mis labios rectitud.
7. Porque mi boca proferirá la verdad, Abominación a mis labios es la impiedad.
8. Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca, No hay en ellas nada torcido ni perverso.
9. Todas son sinceras para el que entiende, Y rectas para los que han hallado conocimiento.
10. Reciban mi instrucción y no la plata, Y conocimiento antes que el oro escogido,