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Números 11:28-34 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

28. Entonces respondió Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud: "Moisés, señor mío, detenlos."

29. Pero Moisés le dijo: "¿Tienes celos por causa mía? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta, que el Señor pusiera Su Espíritu sobre ellos!"

30. Después Moisés volvió al campamento, y con él los ancianos de Israel.

31. Y salió de parte del Señor un viento que trajo codornices desde el mar y las dejó caer junto al campamento, como un día de camino de este lado, y un día de camino del otro lado, por todo alrededor del campamento, y como dos codos (90 cm) de espesor sobre la superficie de la tierra.

32. Y el pueblo estuvo levantado todo el día, toda la noche, y todo el día siguiente, y recogieron las codornices, y las tendieron para sí por todos los alrededores del campamento; el que recogió menos, recogió diez montones (homeres: 2 toneladas).

33. Pero mientras la carne estaba aún entre sus dientes, antes que la masticaran, la ira del Señor se encendió contra el pueblo, y el Señor hirió al pueblo con una plaga muy mala.

34. Por eso llamaron a aquel lugar Kibrot Hataava (Tumbas de la Codicia), porque allí sepultaron a los que habían sido codiciosos.

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