48. Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén).
49. Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso
50. Hasta que el Señor mire Y vea desde los cielos.
51. Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad.
52. Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave.
53. Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí.
54. Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: "¡Estoy perdido!"
55. Invoqué Tu nombre, oh Señor, Desde la fosa más profunda.
56. Tú oíste mi voz: "No escondas Tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio."
57. Te acercaste el día que Te invoqué, Dijiste: "¡No temas!"
58. Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma, Tú has redimido mi vida.
59. Tú has visto, oh Señor, mi opresión, Juzga mi causa.