Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lamentaciones 3:48-59 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

48. Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén).

49. Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso

50. Hasta que el Señor mire Y vea desde los cielos.

51. Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad.

52. Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave.

53. Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí.

54. Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: "¡Estoy perdido!"

55. Invoqué Tu nombre, oh Señor, Desde la fosa más profunda.

56. Tú oíste mi voz: "No escondas Tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio."

57. Te acercaste el día que Te invoqué, Dijiste: "¡No temas!"

58. Tú has defendido, oh Señor, la causa de mi alma, Tú has redimido mi vida.

59. Tú has visto, oh Señor, mi opresión, Juzga mi causa.

Leer capítulo completo Lamentaciones 3