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Josué 24:23-30 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

23. "Ahora pues," les dijo Josué, "quiten los dioses extranjeros que están en medio de ustedes, e inclinen su corazón al Señor, Dios de Israel."

24. Y el pueblo respondió a Josué: "Al Señor nuestro Dios serviremos y Su voz obedeceremos (escucharemos)."

25. Entonces Josué hizo un pacto con el pueblo aquel día, y les impuso estatutos y ordenanzas en Siquem.

26. Josué escribió estas palabras en el Libro de la Ley de Dios. Tomó una gran piedra y la colocó debajo de la encina que estaba junto al santuario del Señor.

27. Y Josué dijo a todo el pueblo: "Ciertamente esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el Señor ha hablado con nosotros. Será, pues, testigo contra ustedes para que no nieguen a su Dios."

28. Entonces Josué despidió al pueblo, cada uno a su heredad.

29. Después de estas cosas Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de 110 años.

30. Y lo sepultaron en la tierra de su heredad, en Timnat Sera, que está en la región montañosa de Efraín, al norte del Monte Gaas.

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