Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Job 16:3-21 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

3. ¿No hay fin a las palabras vacías? ¿O qué te provoca para que así respondas?

4. Yo también hablaría como ustedes, Si yo estuviera en su lugar. Podría recopilar palabras contra ustedes, Y mover ante ustedes la cabeza.

5. Les podría alentar con mi boca, Y el consuelo de mis labios podría aliviar su dolor.

6. Si hablo, mi dolor no disminuye, Y si callo, no se aparta de mí.

7. Pero ahora El me ha agobiado; Tú has asolado toda mi compañía,

8. Y me has llenado de arrugas Que en testigo se han convertido; Mi flacura se levanta contra mí, Testifica en mi cara.

9. Su ira me ha despedazado y me ha perseguido, Contra mí El ha rechinado los dientes; Mi adversario aguza los ojos contra mí.

10. Han abierto contra mí su boca, Con injurias me han abofeteado; A una se han juntado contra mí.

11. Dios me entrega a los impíos, Y me echa en manos de los malvados.

12. Estaba yo tranquilo, y El me sacudió, Me agarró por la nuca y me hizo pedazos; También me hizo Su blanco.

13. Me rodean Sus flechas, Parte mis riñones sin compasión, Derrama por tierra mi hiel.

14. Abre en mí brecha tras brecha; Me ataca como un guerrero.

15. Sobre mi piel he cosido cilicio, Y he hundido en el polvo mi poder (mi cuerno).

16. Mi rostro está enrojecido por el llanto, Y cubren mis párpados densa oscuridad,

17. Aunque no hay violencia en mis manos, Y es pura mi oración.

18. ¡Oh tierra, no cubras mi sangre, Y no deje de haber lugar para mi clamor!

19. Aun ahora mi testigo está en el cielo, Y mi defensor está en las alturas.

20. Mis amigos son mis escarnecedores; Mis ojos lloran a Dios.

21. ¡Ah, si un hombre pudiera discutir con Dios Como un hombre con su vecino!

Leer capítulo completo Job 16