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Jeremías 4:29-31 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

29. Al ruido de jinetes y arqueros huye toda la ciudad; Entran en las espesuras y trepan por los peñascos. Toda ciudad está abandonada, Y no queda en ellas morador alguno.

30. Y tú, desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, Aunque te pongas adornos de oro, Aunque te agrandes los ojos con pintura, En vano te embelleces; Te desprecian tus amantes, Sólo buscan tu vida.

31. Porque oí un grito como de mujer de parto, Angustia como de primeriza; Era el grito de la hija de Sion que se ahogaba, Y extendía sus manos, diciendo: "¡Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!"

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