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Jeremías 4:1-15 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

1. "Si has de volver, oh Israel," declara el Señor "vuélvete a Mí. Si quitas de Mi presencia tus abominaciones, Y no vacilas,

2. Y juras: 'Vive el Señor,' En verdad, en juicio y en justicia, Entonces en El serán bendecidas las naciones, Y en El se gloriarán."

3. Porque así dice el Señor a los hombres de Judá y de Jerusalén: "Rompan la tierra no labrada, Y no siembren entre espinos.

4. Circuncídense para el Señor, Y quiten los prepucios de sus corazones, Hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, No sea que Mi furor salga como fuego Y arda y no haya quien lo apague, A causa de la maldad de sus obras."

5. Declaren en Judá y proclamen en Jerusalén, y digan: "Toquen la trompeta en la tierra; Clamen en alta voz, y digan: 'Reúnanse y entremos En las ciudades fortificadas.'

6. Levanten bandera hacia Sion; Busquen refugio, no se detengan; Porque traigo del norte la calamidad, Una gran destrucción.

7. Ha salido el león de la espesura, Y el destructor de naciones se ha puesto en marcha; Ha salido de su lugar Para convertir tu tierra en desolación. Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes.

8. Por eso, vístanse de cilicio, Laméntense y giman; Porque no se ha apartado de nosotros La ardiente ira del Señor."

9. "Y sucederá en aquel día," declara el Señor "que fallará el corazón del rey Y el corazón de los príncipes; Se quedarán atónitos los sacerdotes Y los profetas se pasmarán."

10. Entonces dije: "¡Ah, Señor Dios! Ciertamente has engañado en gran manera a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: 'Paz tendrán,' cuando tienen la espada al cuello."

11. En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: "Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de Mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,

12. un viento demasiado fuerte para esto, vendrá a Mi mandato. Ahora Yo pronunciaré juicios contra ellos.

13. Miren, él sube como las nubes, Y sus carros como un torbellino; Sus caballos son más ligeros que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque estamos perdidos!"

14. Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, Para que seas salvada. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti Pensamientos perversos?

15. Porque una voz lo anuncia desde Dan, Y proclama el mal desde los montes de Efraín.

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