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Jeremías 13:2-12 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

2. Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del Señor, y me lo puse en la cintura.

3. Entonces vino a mí la palabra del Señor por segunda vez:

4. "Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Eufrates y escóndelo allá en una hendidura de la peña."

5. Fui, pues, y lo escondí junto al Eufrates como el Señor me había mandado.

6. Después de muchos días el Señor me dijo: "Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá."

7. Fui, pues, al Eufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y resultó que el cinturón estaba podrido; no servía para nada.

8. Entonces vino a mí la palabra del Señor:

9. "Así dice el Señor: 'De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.

10. Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar Mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada.

11. Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a Mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá,' declara el Señor, 'a fin de que fueran para Mí por pueblo y por renombre, para alabanza y para gloria, pero no escucharon (obedecieron).'

12. "También les dirás esta palabra: 'Así dice el Señor, Dios de Israel: "Todo cántaro se llenará de vino."' Y cuando ellos te digan: '¿Acaso no sabemos bien que todo cántaro ha de llenarse de vino?'

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