1. El justo perece, y no hay quien se preocupe; Los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda. Porque el justo es arrebatado ante el mal,
2. Y entra en la paz; Descansan en sus lechos (sepulturas) Los que andan en su camino recto.
3. "Pero ustedes vengan acá, hijos de hechicera, Descendientes de adúltero y ramera.
4. ¿De quién se burlan? ¿Contra quién abren la boca Y sacan la lengua? ¿No son ustedes hijos de rebeldía, Descendientes de la mentira;
5. Que arden con pasión entre los robles, Bajo todo árbol frondoso; Que sacrifican los hijos en las quebradas, Debajo de las hendiduras de las peñas?