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Isaías 50:2-6 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

2. ¿Por qué cuando vine no había nadie, Y cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar, O no tengo poder para librar? Con Mi reprensión seco el mar, Convierto los ríos en desierto. Sus peces huelen mal por falta de agua, Mueren de sed.

3. Yo revisto de negrura los cielos, Y hago de cilicio su cobertura."

4. El Señor Dios Me ha dado lengua de discípulo, Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana Me despierta, Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos.

5. El Señor Dios Me ha abierto el oído; Y no fui desobediente, Ni me volví atrás.

6. Ofrecí Mi espalda a los que Me herían, Y Mis mejillas a los que Me arrancaban la barba; No escondí Mi rostro de injurias y salivazos.

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