Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Isaías 30:7-20 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

7. O sea, a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía. Por tanto lo he llamado Rahab (monstruo marino) el destruido.

8. Ahora ve, escríbelo en una tablilla delante de ellos Y grábalo en un rollo, Para que sirva en el día postrero Como testigo para siempre.

9. Porque éste es un pueblo rebelde, hijos falsos, Hijos que no quieren escuchar La instrucción del Señor;

10. Que dicen a los videntes: "No vean visiones;" Y a los profetas: "No nos profeticen lo que es recto, Dígannos palabras agradables, Profeticen ilusiones.

11. Apártense del camino, desvíense de la senda, No oigamos más acerca del Santo de Israel."

12. Por tanto, así dice el Santo de Israel: "Ya que han desechado esta palabra, Y han confiado en la opresión y en el engaño, y se han apoyado en ellos,

13. Por eso esta iniquidad será para ustedes Como muro agrietado a punto de caer, Como abultamiento en una pared alta, Cuya caída viene de repente, en un instante.

14. Su caída es como el romper de una vasija de alfarero, Despedazada sin piedad; No se halla entre sus pedazos ni un tiesto Para tomar fuego del hogar O para sacar agua de una cisterna."

15. Porque así ha dicho el Señor Dios, el Santo de Israel: "En arrepentimiento y en reposo serán salvos; En quietud y confianza está su poder." Pero ustedes no quisieron,

16. Y dijeron: "No, porque huiremos a caballo." Por tanto, huirán. Y: "Sobre corceles veloces cabalgaremos." Por tanto, serán veloces los que los persigan.

17. Mil huirán ante la amenaza de uno solo; Ante la amenaza de cinco huirán, Hasta que sean dejados como una enseña (un asta) en la cima de un monte, Y como señal (estandarte) sobre una colina.

18. Por tanto, el Señor desea tener piedad de ustedes, Y por eso se levantará para tener compasión de ustedes. Porque el Señor es un Dios de justicia; ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!

19. Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente Dios se apiadará de ti a la voz de tu clamor. Cuando la oiga, te responderá.

20. Aunque el Señor les ha dado pan de escasez y agua de opresión, El, tu Maestro, no se esconderá más, sino que tus propios ojos contemplarán a tu Maestro.

Leer capítulo completo Isaías 30