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Génesis 24:55-67 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

55. Pero el hermano y la madre de Rebeca dijeron: "Permite que la joven se quede con nosotros unos días, quizá diez; después se irá."

56. "No me detengan," les dijo el siervo, "puesto que el Señor ha dado éxito a mi viaje; envíenme para que vaya a mi señor."

57. "Llamaremos a la joven," respondieron ellos, "y le preguntaremos cuáles son sus deseos."

58. Entonces llamaron a Rebeca y le dijeron: "¿Te irás con este hombre?" "Iré," dijo ella.

59. Enviaron, pues, a su hermana Rebeca y a su nodriza con el siervo de Abraham y sus hombres.

60. Bendijeron a Rebeca y le dijeron: "Que tú, hermana nuestra, Te conviertas en millares de miríadas, Y posean tus descendientes La puerta de los que los aborrecen."

61. Rebeca se levantó con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo, pues, tomó a Rebeca y se fue.

62. Isaac había venido a Beer Lajai Roi, pues habitaba en la tierra del Neguev (región del sur).

63. Y por la tarde Isaac salió al campo a meditar. Alzó los ojos y vio que venían unos camellos.

64. Rebeca alzó los ojos, y cuando vio a Isaac, bajó del camello,

65. y dijo al siervo: "¿Quién es ese hombre que camina por el campo a nuestro encuentro?" "Es mi señor," le respondió el siervo. Y ella tomó el velo y se cubrió.

66. El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho.

67. Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Isaac después de la muerte de su madre.

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