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Ezequiel 9:3-11 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

3. Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura;

4. y el Señor le dijo: "Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella."

5. Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen.

6. Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo.

7. Entonces les dijo: "Profanen el templo y llenen de muertos los atrios. ¡Salgan!" Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad.

8. Mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro; clamé y dije: "¡Ah, Señor Dios! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando Tu furor sobre Jerusalén?"

9. Entonces el Señor me respondió: "La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre y la ciudad está llena de perversión; porque dicen: 'El Señor ha abandonado la tierra, el Señor nada ve.'

10. Pero en cuanto a Mí, tampoco Mi ojo tendrá piedad, ni Yo perdonaré, sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezas."

11. Entonces el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: "He hecho tal como me ordenaste."

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