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Ezequiel 3:21-27 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)

21. Sin embargo, si tú has advertido al justo de que el justo no debe pecar, y él no peca, ciertamente vivirá porque aceptó la advertencia, y tú habrás salvado tu vida."

22. La mano del Señor vino allí sobre mí, y El me dijo: "Levántate, ve a la llanura, y allí te hablaré."

23. Así que me levanté y salí a la llanura; y la gloria del Señor estaba parada allí, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar, y caí rostro en tierra.

24. Entonces el Espíritu entró en mí, me hizo ponerme en pie y habló conmigo, y me dijo: "Ve, enciérrate en tu casa.

25. Y tú, hijo de hombre, mira, te echarán cuerdas y con ellas te atarán para que no salgas en medio de ellos.

26. Haré que tu lengua se te pegue al paladar y enmudecerás, y no serás para ellos el hombre que reprenda, porque son una casa rebelde.

27. Pero cuando Yo te hable, te abriré la boca, y les dirás: 'Así dice el Señor Dios.' El que oye, que oiga; el que rehúse oír, que rehúse; porque son una casa rebelde.

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